San José (AFP) – El derechista Rodrigo Chaves se convertirá el 8 de mayo en el próximo presidente de Costa Rica luego de vencer en el balotaje del domingo, y deberá buscar alianzas en el Parlamento para hacerse cargo de una severa crisis económica que aqueja al país centroamericano.

Chaves, un economista de 60 años cuestionado tras una sanción por acoso sexual cuando trabajaba en el Banco Mundial, obtenía el 52,86% de los votos frente a un 47,14% del centrista José María Figueres, con el 96,63% de los votos escrutados, informó el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

«Recibo con la más profunda humildad esta decisión sagrada del pueblo costarricense (…) Este resultado para mí no es una medalla ni un trofeo sino una enorme responsabilidad», señaló Chaves ante una multitud de simpatizantes en San José.

«Costa Rica ha votado, y el pueblo ha hablado. Como demócratas que somos, siempre seremos respetuosos de esa decisión (…) Felicito a Rodrigo Chaves y le deseo lo mejor», dijo por su parte su rival, el expresidente Figueres, ante seguidores también congregados en la capital costarricense.

Con solo 10 diputados de su partido de un total de 57 que tiene el Parlamento, Chaves «rogó humildemente» a Figueres del tradicional Partido Liberación Nacional (PLN), con 19 escaños, trabajar juntos para lograr el «milagro costarricense».

Asimismo, el gobernante saliente, Carlos Alvarado, felicitó a Chaves. Tras vencer con su novel Partido Progreso Social Democrático, gobernará la nación del 2022 al 2026.

Alta abstención –

En este país sin Fuerzas Armadas desde 1948, el transporte y distribución del material electoral estuvo a cargo de ciudadanos voluntarios acreditados ante el TSE.

Más del 42% de los 3,5 millones de habitantes llamados a votar no acudieron a las urnas.

Los comicios se desarrollaron «en paz y tranquilidad», dijo a la prensa el portavoz del TSE, Gustavo Román, aunque durante la jornada un ciudadano mayor de 70 años se descompensó tras sufragar en la capital y falleció en su local de votación, aparentemente de un infarto.

Chaves votó a media mañana en un colegio en Goicoechea, en el centro de la ciudad, entre vítores de seguidores y críticas de algún que otro detractor.

«Les prometo un gobierno justo, honesto y transparente, va a ser la mejor gestión de todas», dijo.

Prioridad: empleo –

«El próximo presidente tiene que cambiar todo, porque esto está muy pobre. Aquí no hay trabajo, no hay nada», consideró por su parte Ana Briceño, una agente de viajes de 64 años.

Por su labor, Briceño conoce de cerca el impacto de la pandemia en el turismo, el principal motor económico de este país líder en protección del medio ambiente y con abundantes atractivos naturales.

La pobreza afecta al 23% de los habitantes del país, que sufrió una de las mayores caídas de empleo en la región entre 2019 y 2020 (-14%), junto con Perú, según Cepal. Su deuda equivale al 70% de su PIB.

Pese a los contratiempos, Costa Rica encabeza el ránking en América Latina de los países «más felices» del mundo, según el último World Happiness Report.

«La sociedad costarricense no era pobre, la empobrecieron, la sociedad costarricense no era desigual, la desigualaron. Nosotros hemos hablado de progresar y rechazar el retroceso», dijo Chaves, del novel Partido Progreso Social Democrático (PPSD), este domingo en rueda de prensa.

Cuestionamientos –

Chaves fue ministro de Hacienda del gobierno saliente de Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020.

Con 60 años, este economista laboró más de 30 en el Banco Mundial. Recibió una sanción por acoso sexual a dos subalternas de dicho ente.

El futuro presidente de Costa Rica asegura que los señalamientos en su contra, por hechos ocurridos entre 2008 y 2013, fueron «bromas» que se «malinterpretaron por diferencias culturales».

Su rival también tenía sus propias críticas, pues fue involucrado en una investigación por sospecha de corrupción por una asesoría de 900.000 dólares a la empresa francesa Alcatel, firma que reconoció pagar sobornos a cambio de contratos.

Figueres, a quien nunca se le abrió una causa formal, reconoce que se equivocó al no regresar al país cuando se le solicitó. La investigación se realizó en 2004, cuando él trabajaba en Suiza.

Ambos llegaron a la segunda vuelta tras la primera ronda del 6 de febrero entre 25 candidatos, donde Figueres tuvo ventaja, aunque no suficiente para ganar automáticamente.

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